"Soy delirante, que no delineante. Me gustan los gorros, pero no llevo guantes. Como fiscal jamón con guisantes. Más vale temprano que antes. El juez se las daba de importante, muy diligente, pertinente, nada distante, permaneció sonriente y poco pedante durante el juicio trancurriente, cosa inteligente téngase presente en un público sirviente de todos referente. Resultó gratificante, y hasta sorprendente ver en la Nacional Audiencia cosa semejante. Por algo me declaró inocente, que no culpable indecente, si bien rimbombante declarante y reincidente por accidente en lo tocante. ¡Querido Watson…¡Evidente! Si se me apura ¡Muy interesante! ¡Muy interesante! Una hormiguita sobre un elefante…
Pero ahora, el puñetero togante, puñetero mangante toma por indicante lo ausente por lo primante y aún no viéndome delincuente, ni simulante, a falta de médico volante percibe en mí un discurso delirante e hilarante, que se hace en mi mente muy chocante, cuando no rebuznante, apremiante, justificante, pues si algo fue en su momento, mejor se dice coherente, elocuente, congruente y sincerante, dado que de rositas me marché tan campante, y triunfante, ante su presencia complaciente y no como un penitente implorante, temeroso del religante Dios al que tiene delante. Más le hubiera valido en su sentencia sonrojante, hablar de un fiscal ignorante, de una querella indolente, de una ley vergonzante, de una justicia insultante y por consiguiente, haberse abstenido de decir nada de éste ciudadano brillante, sobresaliente, ente eminente, preponderante, si se quiere, algo hiriente por criticante, rara avis en la mediocridad de éste reino reinante e imperante".
Nicola Lococo
1 comentario :
Sugerencia para completar en octosílabos el pie de entrada, si la talla del pie lo permitiera:
"con su permanente al viento, come una pizza caliente"
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