SI usted no sabe lo que son las bayas de Goji es que no está a la última en remedios milagrosos. Estos peculiares frutos de color rojo intenso se están consumiendo a toneladas a su alrededor por individuos que confían ciegamente en que les permitirá adquirir una salud de hierro y una energía vital que para sí quisieran los participantes de El conquistador del fin del mundo.
Me asombra la operación de marketing que ha permitido popularizar unos frutos insípidos de un arbusto que crece en el Tíbet y que los lugareños consumen desde hace miles de años, entre otras cosas, porque no tienen nada más que comer. Y quien lo haya hecho, lo ha conseguido sin emitir un solo anuncio en televisión, utilizando únicamente el boca a boca y las revistas de feng shui y parafarmacia.
Me imagino la situación: un tipo avispado visita Lhasa, ve a la gente feliz y sonriente comiendo goji y hace la asociación causa-efecto. Luego, pide que le embalen unas toneladas, encarga unos reportajes y a forrarse en Occidente con la fruta mágica que alarga la vida por un precio entre caro y asequible. El siguiente paso es plantarla en La Rioja y ya tenemos el negocio del siglo.
Quienes hemos pasado del kéfir a la soja, de la soja al té verde y de este al aloe vera y, aun así, se nos sigue cayendo el pelo, ya no nos creemos nada. No obstante, he de confesar que me tomo diez bayas a la mañana y otras diez a la noche. Más que nada, por si acaso. Igual eso es lo que hace todo el mundo.
Josetxu Rodríguez
3 comentarios :
Pues verás Josetxu...Yo también piqué...Mas que nada por aquello del por si acaso...
Hacia la mitad del segundo paquete empecé a notar una cosa rara...Una sensación anormal en la zona del estomago...Y lo dejé...Y la sensación desapareció...
He leído que si se toma en exceso (tres o cuatro infusiones al día) licúa la sangre, de manera que en caso de herida no coagula...
Así es que ten cuidado...
Igual era una erección...je je je
En la feria de San Blas compré estas famosas bayas para probar. No había oído hablar de ellas, pero leí lo que allí ponía en unca cartel y compré una bolsa.
No puedo juzgar el resultado porque las tomo un día sí y cinco no, porque se me olvida...
En fin que más vale lo malo conocido que lo bueno o "milagroso" por conocer...
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