2º. Se soportan, con infinita paciencia, los atascos de la plaza Federico Moyua.
3º. Se aparca, en doble fila, frente al Bar EME, o lo más cerca posible (siempre en doble fila)
4º. Se aguantan, con dignidad cristiana, los codazos y empujones del resto de los clientes.
5º. Según la ley del "ojo por ojo" nos abrimos paso a codazos hasta la barra.
6º. Se pide a la anciana camarera, muy amable ella, con cara de mala hostia pero muy amable:
-"Ocho triángulos, por favor"- -¿cuanto es?-
-"24 euros"- (más o menos, según deflación-recesión)
Y ya está, ¿ves que facil?
Enviado por Mikeloto
2 comentarios :
Muy ricos los triangulos pero a mala hostia a la amable señora le gana el chico que parece escupirte si le pides algo mas complicado de servir que un zurito y si le dices las palabras magicas "para llevar" buscate un buen escudo humano antes de que te suelte una galleta
Ya veo que conoces el sitio...
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