A falta de elegir una musa, que con toda seguridad será Mercedes Milá por su contribución televisiva al movimiento miccionario, ya hay algunas voces que llaman a defender esta propuesta hasta la ducha final. Las adhesiones se cuentan por miles, tantas, que sospecho que muchos de ellos ya militaban en la clandestinidad y sólo esperaban una excusa para salir del armario del baño.
Ahora habrá que elaborar unos estatutos y regular esta iniciativa un tanto asamblearia y trasversal para que no derive en excisiones contraproducentes. Por ejemplo, ya hay una corriente de opinión que ha llevado el argumento ecologista al extremo y quiere completar en la ducha sus funciones fisiológicas completas, cuando no su particular control de natalidad, y ahorrar de esta forma no sólo agua sino también papel higiénico y kleenex .
Serían necesarios también algunos cursos formativos para quienes sufren de la próstata, ya que pueden gastar en la ducha más agua de la que ahorran; y para el sector opuesto, aquellos incapaces de aguantarse las ganas hasta que llegue la hora de su ducha semanal.
Por no citar a los movimientos antisistema, que proponen hacerlo en los árboles del parque y dejarse de hostias. Yo me meo con estos tíos.
Josetxu Rodríguez
No hay comentarios :
Publicar un comentario