A los más descreídos nos daba igual cuál fuera el balón, cuál tu portería y quiénes tus compañeros. Simplemente recogías el esférico, esquivabas las patadas y disparabas contra la puerta más cercana. En ese maremagnum se formaron algunas figuras del balompié, grandes regateadores y certeros con las espinillas, como un tal Rojo, que tenía a media familia metida en el Athletic y a media clase atemorizada por la potencia de su chut.
Muchos llevábamos las hazañas marcadas con mecromina en las rodillas y quien más quien menos disfrutó de su momento de gloria. Una vez metí un gol sacando un córner, lo que tiene su mérito si tenemos en cuenta que intentaron pararlo siete porteros.
Comprenderán que cuando se ha practicado un deporte de este tipo, la eurocopa se convierta en un espectáculo insulso y sin alicientes. Si al menos jugaran los partidos de tres en tres...
Josetxu Rodríguez
2 comentarios :
El asunto es que no llegamos a jugar en el Athletic, Josetxu, igual porque juegan solo con un balón, jejeje.
¿Que le pregunta uno del Barcelona a otro del Real Madrid?
-¿Donde está el baño?
-Cruzando el Pasillo
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