Durante el rato que dure la vuelta, no hablamos y le dejo tiempo para que reflexione sobre su comportamiento. No sé si se trata de las suaves vibraciones del vehículo mientras se desplaza, o simplemente el hecho de que el niño se aleja por un rato de las distracciones habituales: tele, videojuegos, ordenador, etc. El caso es que mis hijos, después de la vuelta en coche, están muchísimo más tranquilos. Creo que el contacto visual que tenemos durante todo el tiempo es lo que realmente consigue estos resultados tan buenos.
Aquí os mando una de las fotos que hice durante una de estas sesiones, por si queréis imitar la técnica.
También sirve con sobrinos y nietos
Enviado por RdeA
4 comentarios :
Macho, la foto no se ve y me da que la gracia radicaba precísamente ahí.
Ya ha pasado en alguna otra ocasión.
Saludos.
¿No se ve la foto? ¿y ahora?
jajajaja, ¿ahora? Sí, creo que ahora sí se ve ;-)
Muchas gracias
Me parece un método excelente, que además tiene muchas más posibilidades: Se puede emplear con la suegra, la esposa/el marido, el jefe, y si se tiene a mano, con casi cualquier político. Y no doy más ideas (no vaya a ser que...)
Rafel
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